Si estás viajando a Cracovia o sus alrededores, una visita imprescindible es el campo de concentración de Auschwitz. Este sitio, que simboliza los horrores del Holocausto, es un lugar de memoria donde cada rincón te transporta a la época más oscura de la humanidad. Como afirman los sobrevivientes y testigos de esa época, visitar Auschwitz no es solo una oportunidad para recordar el pasado, sino una responsabilidad para asegurarnos de que nunca se repita algo tan devastador.
Auschwitz es un lugar que se puede visitar fácilmente desde Cracovia, ya que se encuentra a solo una hora o una hora y media en transporte. La entrada al complejo es gratuita, aunque debes tener en cuenta que Auschwitz I requiere pasar por una zona de control de entrada, mientras que Auschwitz II está abierto y permite el acceso a todo el público sin restricciones.
Auschwitz se puede visitar totalmente por libre y de forma gratuita. Sin embargo, recomendamos realizar la visita con un guía para comprender mejor la historia y el significado de este lugar. Si decides ir por tu cuenta, ten en cuenta que para entrar a Auschwitz I de manera gratuita y sin guía, es necesario llegar antes de las 10:00 h de la mañana o después de las 16:00 o 17:00 h, aunque estos horarios pueden variar.
Para visitar Auschwitz II, no necesitas respetar un horario específico, ya que está abierto al público durante todo el día. Aunque vayas a visitar el complejo por libre, te recomendamos reservar tu entrada gratuita en la web oficial de reservas, seleccionando la opción “Tour for individuals without an educator”. Esto te permitirá asegurarte de que habrá disponibilidad y te dará acceso a los horarios gratuitos, los cuales suelen variar.
Nosotros, en general, preferimos explorar los lugares por nuestra cuenta, pero en el caso de Auschwitz, recomendamos encarecidamente contratar un guía. La visita guiada, que también está disponible en español, te permitirá comprender a fondo la historia y los detalles de este lugar, evitando perderte información importante.
La mejor opción para reservar es hacerlo en la página oficial de Auschwitz.
Es importante reservar con antelación, ya que las plazas se agotan rápidamente y los grupos suelen ser reducidos. Los precios son de 14€ para adultos, 11€ para mayores de 65 años y personas con discapacidad, y 9€ para estudiantes. Ten en cuenta que estos precios pueden variar ligeramente debido al tipo de cambio en zloty.
Ten en cuenta que la visita guiada a Auschwitz tiene una duración aproximada de 2 horas y media a 3 horas, pero realmente vale mucho la pena. Si tienes la oportunidad de ir, no dudes en hacerlo con guía, ya que te permitirá comprender mejor el lugar y su historia.
Después de Auschwitz I, la visita continúa en Auschwitz II-Birkenau. No te preocupes por el traslado, ya que hay un autobús gratuito que conecta ambos sitios durante todo el día. El guía te indicará cómo tomar el autobús y a qué hora encontrarte en la entrada de Birkenau. Además, te dará unos minutos adicionales para que puedas usar los servicios disponibles en ambos lugares o comer algo rápido antes de continuar la visita.
Llegar a Auschwitz es realmente sencillo y tienes varias opciones económicas, ya que Polonia ofrece transporte asequible. A continuación, te explicamos las distintas maneras de viajar hasta allí. Nosotros optamos por el autobús, pero aquí te detallamos todas las alternativas por si prefieres otro método.
Es la mejor opción ya que el autobús os dejará en la propia entrada de Auschwitz.
Para ir tendréis que dirigiros a la estación de Krakow Glowny y dirigiros a la zona de autobuses, está bien indicado. También podéis buscarlo como MDA-Omnibusbahnhof, la terminal de autobuses. Allí tendréis que esperar a un autobús de la compañía Lajonik, hay otras compañías que realizan el trayecto, pero no te dejarán en la entrada principal por lo que te tocará andar un poco más.
Los autobuses de esta compañía tienen una frecuencia de entre 30 minutos a 50 minutos así que consulta los horarios de la ida aquí y los de la vuelta aquí. El trayecto dura alrededor de 1 hora y media. Tendréis que buscar el que ponga dirección a Oświęcim y la verdad que hace varias paradas, pero tendrás que bajarte en la que dice Auschwitz Museum, que es la última parada y además aquí se baja todo el mundo así que te darás cuenta cuando tienes que bajarte.
El precio de los billetes son de 15 PLN (3,30€) para adultos, y 11 PLN (2,42€) para niños, estudiantes de hasta 26 años o mayores de 65 años. Puedes reservar online si así lo deseas en la web oficial de Lajkonik. También puedes pagar directamente al conductor pero en efectivo.
El tren no suele ser la opción más recomendada para llegar a Auschwitz, ya que al consultar sobre esta ruta, la mayoría aconseja otros medios de transporte. Sin embargo, puede ser una alternativa aceptable para quienes prefieren evitar el autobús, aunque nosotros seguimos prefiriendo esta última opción.
Las desventajas de viajar en tren son, en primer lugar, su menor frecuencia, con un servicio aproximado cada hora. Además, el tren llega a la estación de Oświęcim, que se encuentra a unos 20-25 minutos caminando de Auschwitz I, mientras que el autobús te deja más cerca del complejo.
Lo bueno es que suele estar más barato que el autobús, el precio es de 10 PLN (2,20€). El trayecto lo realiza la compañía Rozklad en pero para reservar te enviará a la distribuidora de tickets Polregio donde podrás mirar comprarlo directamente. Puedes acceder a cualquiera de las dos web para consultar precios y horarios de los trenes.
También, puedes optar por ir en Uber, que en Polonia es barato, pero para ir a Auschwitz no lo recomendamos ya que son demasiados kilómetros y se va de precio, El trayecto suele costar 225 PLN casi unos 50€.
Auschwitz fue y es uno de los campos de concentraciones más conocidos, lamentablemente porque el más grande y aquí fue donde más personas murieron a manos de los nazis. Un total de 1.300.000 personas pasaron por el campo de concentración de las cuales murieron 1.100.000, por lo tanto tan solo 200.000 personas lograron salir con vida, toda una barbaridad. De estas 1.300.000 personas la gran mayoría eran judíos, un total de 1.100.000 después pasaron unos 150.000 personas polacas y los demás de alguna otra nacionalidad y prisioneros de guerra.
Auschwitz estuvo compuesto por 3 campos diferentes, Auschwitz I, Auschwitz II - Birkenau y Auschwitz III-Monowitz.
Este era el campo de concentración principal y el primero que se construyó de los 3, las construcciones comenzaron en mayo de 1940, las primeras personas mandadas al campo de concentración fueron presos políticos polacos que suponían una amenaza a la ocupación de Polonia por parte de Alemania, entre ellos también judíos y posteriormente empezaron a llegar familias y grupos enteros de judíos hacia 1942.
Nada más comenzar la visita verás la puerta de entrada tan conocida, donde pone escrito “Arbeit macht frei” que dice “El trabajo os hará libre”.
Este complejo se compone de varios barracones en las que vivían ya de manera inhumana todas las personas. Auschwitz I llegó a albergar a 20.000 personas y en el 1941 empezaron a probar el Zyklon B, el producto que se usaba en las cámaras de gas para asesinar en masa. En la cámara de gas de Auschwitz I asesinaban a unas 1000 personas cada vez y esto se podía hacer cada media hora, posteriormente, lo cadáveres eran mandados a los crematorias, que podían incinerar a unas 1500 personas diarias. Hay una sala donde están expuestas un montón de botes vacíos del Zyklon B.
Los horrores de esa época se muestran hoy en las salas de exposición de Auschwitz, donde los visitantes pueden observar objetos que estremecen profundamente y plantean preguntas difíciles sobre lo que allí sucedió. En estas salas, ubicadas en los antiguos barracones donde vivían los prisioneros, encontrarás exposiciones de pertenencias personales que les fueron arrebatadas: pilas de zapatos, gafas, muletas, prótesis, maletas y otros objetos personales de los prisioneros.
Sin embargo, la sala que más nos impactó fue una en la que se exhibe una cantidad abrumadora de cabello humano, la cual no está permitida fotografiar. Este cabello no solo era retirado a los prisioneros a su llegada al campo, sino que se reutilizaba para fabricar sábanas, mantas, relleno de cojines e incluso algunas vestimentas. Esta visión es impactante y refleja una parte estremecedora de la historia.
Otro de los horrores que se cometieron en este complejo fueron los crueles experimentos realizados por el doctor Mengele. Este médico practicaba experimentos brutales en los prisioneros, con un especial enfoque en los gemelos, a quienes sometía a procedimientos inhumanos para intentar “comprender” su biología. Si uno de los gemelos fallecía a causa de estos experimentos o por cualquier otra razón, el otro era asesinado de inmediato.
Inicialmente, como mencionamos antes, las mujeres eran ejecutadas al llegar al campo, pero más adelante comenzaron a ser sometidas a experimentos atroces, como la esterilización forzada para convertirlas en “máquinas de trabajo”. Uno de los ejemplos más desgarradores del desprecio hacia la dignidad humana fue el uso del barracón 24, convertido en un burdel, donde las mujeres eran tratadas como meros objetos. Estas prácticas son un reflejo del nivel de barbarie y la falta total de humanidad de quienes estaban al mando.
El segundo campo de concentración, Auschwitz II - Birkenau, fue el segundo que se construyó y se realizó con la idea de masacrar en masa a los judíos, si ya Auschwitz I era una barbaridad, Auschwitz II fue creado con la intención de ser dos o tres veces más grande, y así lo hicieron.
En esta zona hay un montón de barracones y en cada uno cabían alrededor de 1000 personas, dormían en plataformas de madera, en algunas ocasiones les ponían algo de paja, y por plataforma llegaban a dormir 5 personas, en otras zonas hay literas donde de misma forma dormían sobre madera y entre 3 o 4 personas en algo que sería de tamaño de una cama pequeña actualmente, algunos llegaban a dormir en el suelo por la falta de espacio.
Tan sólo pasar unos minutos aquí te das cuenta de lo que debieron sufrir las personas, obligadas a trabajos inhumanos de sol a sol, muchos morían de cansancio y otros de las inclemencias del tiempo, porque no tenían cosas para taparse por las noches ni calefacción, los inviernos de por sí son muy duros en Polonia y estas personas debían pasarlo con un mínimo traje que no cubría ni 2 centímetros de espesor. Por eso se dice que muchas de la personas preferían ser enviadas a trabajar en los fosos de las letrinas, donde tenían que sacar todos los excrementos y así tener algo más de calor.
Al final de la visita a Birkenau, podrás ver unas ruinas que quedan de lo que fueron las cámaras de gas y los crematorios (ante la inminente derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial mandaron a destruir las cámaras de gas y crematorios), que eran enormes, ocultos bajo el suelo para que las personas no sospecharan nada de lo que iba a suceder hasta el último momento, a estas personas les decían que iban a unas duchas, ya que como mucho se duchaban 1 vez al mes pero no sabían lo que les esperaba. Con el tiempo la gente empezó a sospechar y hubo alguna rebelión por parte de los prisioneros, que acabaron fatídicamente mal para ellos, siendo ejecutados en el momento.
En Birkenau se encuentran las vías del tren, donde al llegar los trenes con la gente se procedía a hacer una separación, donde básicamente decidían quién vivía y quién moría. Esto empezó a hacerse a partir de 1942 cuando comenzaron a usar las cámaras de gas. Cuando llegaban los dividían en varias filas, una de mujeres, hombres, niños y otra de ancianos. Al principio mujeres, niños y ancianos iban directamente a las cámaras de gas y a los hombres se les hacía un chequeo médico rápido y determinaban quiénes eran aptos para el trabajo y quienes no.
La familia Frank, a la que pertenecía la pequeña Ana Frank famosa por su diario, fue enviada a Auschwitz II-Birkenau después de que los alemanes tomaran Ámsterdam lo que les obligó a huir nuevamente y esconderse en Polonia, aunque a los dos años les capturaron. Ana y su hermana pasaron 3 meses en Birkenau, hasta que fueron mandadas a otro campo de concentración llamado Bergen-Belsen, donde a los 3 meses siguientes, solas, sin su padres, fallecieron de tifus. El único superviviente de la familia a la Guerra fue Otto, el padre de la familia, que fue liberado junto a todo Auschwitz por los soviéticos en enero de 1945, lamentablemente la madre de las niñas y mujer de Otto, fue asesinada tan solo un mes antes.
Cabe destacar que Birkenau II fue el campo de concentración nazi más grande.
Menos conocido es Auschwitz III Monowitz, que originalmente funcionaba como un complejo donde se enviaba a los prisioneros a trabajar, pero que también se convirtió en un campo de exterminio. En este lugar, los prisioneros estaban empleados en la fabricación de caucho sintético para la compañía IG Farben, un holding de empresas químicas alemanas que, entre otras cosas, producían el infame Zyklon B.
Aunque este conglomerado ha desaparecido, algunas de las empresas que formaron parte de él, como la reconocida Bayer, siguen existiendo hoy en día. Actualmente, en Monowitz hay varios monumentos que rinden homenaje a las víctimas del Holocausto, aunque este sitio no se incluye en la visita principal a Auschwitz.
A continuación, queremos compartirte algunos consejos que nos habrían sido de gran ayuda antes de nuestra visita:
- No vayas con una mochila o ten en cuenta que no te dejarán pasarla a Auschwitz I (en Auschwitz II no hay problema), si que dejan pasar un bolso pequeñito o una mochila muy reducida, sino tendrás que dejarla. Fuera hay un sitio de consigna donde dejarlas (de pago).
- Ropa cómoda y apropiada: Como mencionamos, las condiciones en invierno pueden ser extremas. Te recomendamos llevar ropa de abrigo y zapatos cómodos, especialmente si planeas caminar por Birkenau, donde el terreno puede estar resbaladizo.
- Ve con guía: Aunque ya lo hemos mencionado varias veces en este post, lo recomendamos encarecidamente. Es una experiencia que vale la pena para poder conocer toda la historia.
- Respeto por las víctimas: No se permiten selfies ni actitudes irrespetuosas durante la visita. Recuerda que estás en un lugar sagrado para millones de personas que sufrieron una tragedia indescriptible.
- Preparación emocional: Ten en cuenta que la visita puede ser muy impactante y emocional. Ver los objetos personales y las huellas del sufrimiento de tantas personas puede ser una experiencia que te remueva profundamente.
Y hasta aquí este post sobre visitar Auschwitz. Esperamos que te haya sido de utilidad. Si tienes cualquier pregunta, no dudes en escribirnos a nuestras redes sociales o a través de la sección de contacto.
